Motivación emocional en las empresas como factor de progreso
Además de la motivación pecuniaria, el impulso emocional en las empresas juega un rol neurálgico.
Motivación emocional en las empresas
En el idioma español se ha comparado al entorno laboral con un mecanismo de relojería y también con una nave. Ambas analogías surgieron de forma espontánea y hablan de la sensación gregaria que suscita trabajar en conjunto en pos de una meta.
Pues bien, para mantener funcionales los mecanismos y llevar a buen puerto los esfuerzos, además de los factores impersonales, objetivos y externos, cuentan las motivaciones internas, subjetivas e individuales.
En un ambiente laboral organizado de tal manera que la función personal se vuelve absorbente es fácil olvidar que cuando un elemento va cuesta abajo el otro también lo hace. La desmotivación no es algo que simplemente sucede, sino el efecto de un conjunto de conductas individuales y colectivas recurrentes, sean estas omisiones o simple impericia.
El matemático Norbert Wiener, experto en flujos de conciencia, cibernética y comunicación, explica que el fenómeno del desánimo generalizado además de por cuestiones intrínsecas puede ser provocado por falta de un impulso.
Hace esta otra analogía: un circuito de retroalimentación (una empresa) también se refuerza a sí mismo. Como objeto físico en movimiento que es, digamos un péndulo en el vacío, mantiene su impulso a menos que una fuerza externa actúe sobre él. El círculo vicioso en el que entra este circuito puede romperse con la intervención de un evento. No es fácil, pero se pueden eliminar obstáculos para el progreso y proporcionar los apoyos necesarios para el éxito.
En concreto, establecer metas claras, dar un nivel de autonomía, proveer reconocimientos morales, ofrecer tiempos razonables, actualizar de forma oportuna, aprender de las equivocaciones, no minimizar las ideas, e incluso, fomentar una alimentación nutritiva, implementar políticas de relajamiento sistemático, y, algo neurálgico, desarrollar empatía, comprensión y tolerancia.
Motivación y vocación
Un estudio de caso, “Las lecciones de los pobres”, documentó el trayecto de empresas exitosas que nacieron de personas en situación vulnerable, sin ningún tipo de preparación profesional o técnica y sin ningún tipo de ayuda económica de sus gobiernos, sin créditos, prácticamente de su total esfuerzo personal. En síntesis, todas estas comenzaron casi de la nada y se hicieron a base de creatividad y trabajo. (Aquí puedes ver el libro)
Por último, es necesario mencionar que en esto también entra en juego la vocación, ese término con reminiscencias académicas. La consecuencia de dedicarse a actividades que no comprometen profundamente a los involucrados, difícilmente puede tener logros. Cuando uno dedica su tiempo a trabajar en lo que le gusta los resultados sabemos cuáles son.
Fuentes
Wiener N. (1988). “Cibernética y sociedad”, Editorial Sudamericana, Buenos Aires, .https://drive.google.com/file/d/1QDh_Li6pbGL0FAn4yETCJXp4vDa8nahY/view?fbclid=Iw AR37zRHh4G5YpcOaMYqNfTI8y_AL8wctf1MEoby6o3rO9GNMMwG3YAuoaeQ Vargas Llosa A. (2010). “Lecciones de los pobres”, Espasa Calpe. https://www.planetadelibros.com/libro-lecciones-de-los-pobres/3035